lunes, 11 de octubre de 2010

Para empezar un ensayo

Son las ocho y media de la tarde. Es la hora a la que hemos quedado para empezar el ensayo pero aun nadie ha aparecido, me encuentro solo ante la puerta. Poco a poco van apareciendo los compañeros. Aparece por fin Emilio, el amo del calabozo. El tiene las llaves del local de ensayo. Entramos y se suceden los saludos y los abrazos. ¿Qué se os ha ocurrido estos días?. Es la pregunta general entre nosotros por si a alguno nos han visitado las musas del carnaval. Desenfundamos las guitarras pero aun estamos fríos y poco desinhibidos. Es necesario el rutinario escote para ir a por cerveza y dejar que el alcohol haga su trabajo y desbloquee nuestro desparpajo habitual.
¿Con qué empezamos? ¿El cuplé de medida? ¿La presentación? Mejor que suene algo clásico para soltarnos. Algo de otro año que nos de fuerza para todo el ensayo. Y viene de la mano de los hermanos Marquez Mateo y sus Clásicos Básicos. Y es que Cádiz es la inspiración de nuestra partitura. Así comienzan nuestros ensayos, con lo que se ha convertido en nuestro himno oficioso.
Aquí os lo dejo: